¿Qué tipo de lector eres?

Te has  preguntado alguna vez ¿ qué tipo de lector  eres? La revista The Atlantis ha elaborado una guía diagnóstico para ayudarnos a descubrir el tipo de lector que llevamos dentro. 

  

 
El lector promiscuo: empieza un libro y no duda en abandonarlo por otro. Así es su dieta lectora. No puede evitarlo. Le gusta demasiado leer y no sabe decir que no.



El lector ocupado I: amante de los libros, entra a una librería y no puede evitar comprar varios ejemplares. Luego llega a casa y los coloca en una estantería o en la mesita de noche como si fueran una obra de arte. Pero está muy ocupado y tarda meses, años incluso, en abrir los libros y leerlos. Cuando lo hace, lamenta haber tardado tanto en leer esa maravillosa pieza literaria.
 El lector ocupado II: no le gusta leer, compra los libros para presumir.



 El librófilo: más que leer, le gustan los libros. Los viejos, por su olor, sus arrugas y sus páginas amarillentas, y los nuevos, por su olor, su frescura y su disponibilidad.


 

 El lector somnoliento: sólo tiene tiempo de leer cuando acaba el día, en la cama. Está comodísimo y el libro es fantástico, pero no consigue mantener los ojos abiertos y se despierta a las tres de la mañana para cerrar el libro y apagar la luz.






 El lector aniquilador: siente pasión por los libros, los lleva a todas partes y, por eso, toda su biblioteca está formada por libros con las hojas sueltas, las cubiertas rotas y las páginas amarillentes. Quiere tanto a sus libros que ni se da cuenta de que les hace daño.






El multi-tarea: lee varios libros a la vez, confunde tramas y personajes, pero siempre los termina.

 
El lector cronológico: lento y constante. Se compra un libro, lo lee y vuelve a la librería a por otro. Es la antítesis del lector promiscuo. Sólo abandona un libro sin terminar de leerlo si tiene una razón de peso y ni con esas se libra de los remordimientos de conciencia.






El lector cascarrabias: voraz a la par que exigente. Nunca deja un libro a la mitad aunque no le guste nada y opine que el autor no sabe juntar dos frases seguidas con sentido. Suele lanzar el libro contra la pared.




 El anti-lector: nunca lee libros porque son demasiado largos.




El espíritu libre: dícese de un adulto que lee literatura para jóvenes o de un niño que lee libros para adultos. Antaño esto era causa de sonrojo, pero ya no. La sociedad ha aceptado a estos espíritus libres que nunca han hecho caso de las estrictas categorías del mercado editorial.



Posiblemente te veas reflejado en alguno de ellos o por el contrario opinas que esta lista está incompleta o eres una mezcla de varios. Participa en este blog y haz tu comentario.

Fuentes: 
http://blogs.elpais.com/papeles-perdidos/2012/09/que-tipo-de-lector-eres.html
http://baenabiblioteca.blogspot.com.es/2014/03/descubre-el-tipo-de-lector-que-llevas.html

Comentarios